martes, 25 de abril de 2017



PENSAMIENTO CRÍTICO

En primer lugar, me gustaría definir en que consiste el pensamiento crítico. Se trata de organizar adecuadamente y mediante procesos cognitivos, nuestros conocimientos, con el fin de interpretarlos en una situación.

Para generar este proceso en nuestro alumnos, debemos de intentar favorecer un ambiente que favorezca el pensamiento crítico, realizando funciones más de mediador o indagador que transmisor de conocimientos. Adecuar las tareas, a las habilidades metacognitivas, mediante técnicas, que ayuden a planificar, controlar o evaluar su propio proceso. Existen diferentes modelos:  Evaluación procesual de Mayer y Goochild (1990), un modelo basado en el Pensamiento dialógico,  de Paul (1995), así como el diseñado por Beltran y Perez (1996) Modelo de la controversia.
Para mí, este último modelo es el considerado más efectivo por el tipo de alumno que tengo.

Paso a detallar de forma breve cada uno de ellos:
  • Evaluación Procesal: Se centra en habilidades especificas de comprensión y evaluación de argumentos, a través de un discurso.
  • Evaluación Pensamiento dialógico: Mediante esta técnica, conseguimos adaptar al alumno a los diferentes roles y con ello, a razonar puntos de vista contrarios.
  • Evaluación de la Controversia: Mediante un tema de discusión, que normalmente selecciona el alumno y que permita establecer dos posiciones antagonistas.

Si somos capaces de desarrollar este tipo de tareas que propicien: preocupación, alerta, confianza, flexibilidad, honestidad o simplemente curiosidad, estaremos ayudando a nuestros alumnos a ser más autónomos, que es, por otro lado, lo que demanda la sociedad actual.

Mediante la siguiente Infografía que he diseñado, pretendo resumir de alguna forma, los principales rasgos que destacan dentro de este estilo de aprendizaje, es como si dijéramos, el ADN del pensador crítico.



Tenemos que ser responsables en cuanto a las necesidades del momento, evitar una formación anclada en el pasado, con otros valores y con otra forma de entender la educación.


Referencia bibliográfica:
Docencia e Investigación, Año XXXVII Enero/Diciembre, 2012




























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